Cuando decidimos crear Pisando Charcos algo que nos unía a los tres emprendedores del proyecto era el arte. El arte por el diseño, la ilustración o las letras, da igual, lo importante era llegar a la sociedad para dar luz a las cabezas y calor a los corazones. Meses más tarde y cuando todo el mundo de la empresa está colgando las chaquetas en las perchas, dejando sus metodologías de antaño en un baúl sin recuerdos, nosotros nos cuestionamos si el espíritu empresarial ¿Es un arte o un trabajo?
Por suerte existen personas como Steve Blank que siempre ponen sencillez a la complejidad que esconden estas preguntas. El fundador original de la línea Lean Start-up siempre ha defendido que “el emprendedor tiene más en común con el artista de lo que a simple vista parece”.
Por suerte existen personas como Steve Blank que siempre ponen sencillez a la complejidad que esconden estas preguntas. El fundador original de la línea Lean Start-up siempre ha defendido que “el emprendedor tiene más en común con el artista de lo que a simple vista parece”.
“Tener en la cabeza cientos de piezas de puzle sin pulir, sin forma ni formato, y terminar creando una composición que a largo plazo alcance la armonía. Ver como de la nada surge el todo y como el todo es sometido a un constante cambio”, éste es el eje de la teoría que Steve ha desarrollado durante años.
Ver lo que nadie ve, hacerlo por instinto y con lo que tengas a mano. El emprendedor es capaz de afrontar la incertidumbre, la sorpresa y la incógnita que el papel en blanco ofrece al músico o al poeta. Sin embargo, el talento es quien nos salva de este precipicio, el talento nos da la capacidad de descubrir y encontrar nuestro proceso creativo.
En los últimos años está idea ha cogido forma y fuerza en el mundo de la empresa. Curiosidad, intuición y resistencia. Estos ingredientes son los mismos que Mozart, Jobs o Woody Allen han utilizado en sus mejores platos. La cuestión siempre seguirá abierta pero para nosotros ser emprendedor siempre será ser un “artista de la innovación”.
Simón Hernández @Sihea12
Ver lo que nadie ve, hacerlo por instinto y con lo que tengas a mano. El emprendedor es capaz de afrontar la incertidumbre, la sorpresa y la incógnita que el papel en blanco ofrece al músico o al poeta. Sin embargo, el talento es quien nos salva de este precipicio, el talento nos da la capacidad de descubrir y encontrar nuestro proceso creativo.
En los últimos años está idea ha cogido forma y fuerza en el mundo de la empresa. Curiosidad, intuición y resistencia. Estos ingredientes son los mismos que Mozart, Jobs o Woody Allen han utilizado en sus mejores platos. La cuestión siempre seguirá abierta pero para nosotros ser emprendedor siempre será ser un “artista de la innovación”.
Simón Hernández @Sihea12