¿Quién dijo que el poeta no puede vivir de la poesía? No sé si vivir o malvivir pero seguro que vivir a gusto. Ese es Pablo Benavente, amigo por supuesto, pero ejemplo de todo.
Estudió pero se dio cuenta de que su vocación residía en el corazón de un verso, amó y fue viudo de conformismo, vive y ya reside en el corazón de la melodía.
Perseguir los sueños, cuando despiertas, es una calle donde el emprendedor mira a los ojos de la realidad, donde las avenidas toman la estrechez de una cerilla, donde la guerra se reduce a la soledad del hombre frente al papel en blanco.
Nadie dijo que iba a ser fácil ser testigo de la prisa, ser amigo de la inquietud, querer sobornar a la muerte con un verso. Nadie dijo que vivir de si para ser libre no significaba morir al día muchas veces mucho, aún así Pablo ha sobrevivido a todo, a nada.
Hoy ocupa un lugar privilegiado en corazón de todos los que recorremos las venas de la poesía pero se ha ganado, a golpe de palabra, un hueco entre nuestros Dreamer Art.
Gracias Pablo por mojarte con nosotros, bienvenido a tu charco.
Estudió pero se dio cuenta de que su vocación residía en el corazón de un verso, amó y fue viudo de conformismo, vive y ya reside en el corazón de la melodía.
Perseguir los sueños, cuando despiertas, es una calle donde el emprendedor mira a los ojos de la realidad, donde las avenidas toman la estrechez de una cerilla, donde la guerra se reduce a la soledad del hombre frente al papel en blanco.
Nadie dijo que iba a ser fácil ser testigo de la prisa, ser amigo de la inquietud, querer sobornar a la muerte con un verso. Nadie dijo que vivir de si para ser libre no significaba morir al día muchas veces mucho, aún así Pablo ha sobrevivido a todo, a nada.
Hoy ocupa un lugar privilegiado en corazón de todos los que recorremos las venas de la poesía pero se ha ganado, a golpe de palabra, un hueco entre nuestros Dreamer Art.
Gracias Pablo por mojarte con nosotros, bienvenido a tu charco.